Ingredientes
Solomillo de cerdo
Lonchas de queso y fiambre
Hoja de Hojaldre
Verduras
Patatas cocidas
Champiñones en láminas
Un huevo
Sal, aceite, ajo, pimienta, guindillas
Vino blanco
Lonchas de queso y fiambre
Hoja de Hojaldre
Verduras
Patatas cocidas
Champiñones en láminas
Un huevo
Sal, aceite, ajo, pimienta, guindillas
Vino blanco
Empezamos preparando la salsa que va acompañar nuestro solomillo. En aceite caliente, ponemos el ajo, la cebolla, las zanahorias, el pimiento, los champiñones en láminas y un poco de sal. Pochamos bien y le ponemos vino blanco. Le ponemos las guindillas para que le dé un punto picante. Dejamos que reduzca y le añadimos un poco de agua para que se termine la cocción de los ingredientes.
Sal pimentamos el solomillo y lo pasamos por la sartén para
que se selle. Cuando esté bien tostado por todos los lados lo reservamos para
que se temple. Sacamos la hoja de hojaldre. Conviene tenerla unos minutos antes
fuera del frigo para que se vaya atemperando y nos sea más fácil sacarla del
papel con el que viene envuelta.
En el medio del hojaldre, vamos poniendo lonchas de queso y
de fiambre de tal manera que cuando pongamos el solomillo encima lo cubra por
completo. Ponemos el solomillo y con cuidado lo envolvemos en el hojaldre. Hay
que tener atención y sellarlo bien por los extremos y por el centro ya que de
otra manera los jugos que producen el fiambre y el queso se saldrán y no
quedará tan rico. Una vez envuelto, lo embadurnamos bien de huevo batido.
Ponemos el horno a 200 grados y lo dejamos que se caliente
mientras preparamos una fuente y con el mismo papel donde viene envuelto el
hojaldre ponemos encima nuestro solomillo ya relleno y envuelto.
Dejamos que se haga unos 30 minutos y cuando esté hecho
miramos a ver si está bien tostado por todos los sitios, si no es así, le
podemos ir dejando unos minutos más por donde veamos que el hojaldre no está
listo.
Volvemos a la salsa. Una vez que todas las verduras están bien cocidas, las pasamos por una batidora y un chino para que nos quede una salsa suave. Le podemos añadir un poco de agua templada con harina de maíz para que le dé más consistencia o un poco de nata líquida que también lo espesará a nuestro gusto.
Cuando el solomillo está hecho y templado, lo cortamos en rodajas a la medida de nuestros comensales. Ponemos unas patatas cocidas partidas por la mitad y lo salseamos con la salsa de verduras que hemos hecho.