Ingredientes:
8 muslitos de polloUn pimiento amarillo
Una cebolla
3 dientes de ajo
1 tomate
1 puerro
Perejil
Romero
Cayena
Curry
Vino blanco y agua
Sal y pimienta
Para acompañar:
Champiñones al ajilloPatatas fritas
Bueno, lo primero que hice fue buscar una buena
cazuela donde voy a preparar mis muslitos de pollo. Unas 4 o 5 cucharas de
aceite serán suficientes. Salpimentamos nuestro pollo. Doramos los muslitos de
manera que queden tostaditos de la manera que más nos gusten. Veremos que en la
cazuela quedan como rastros del pollo y el aceite se oscurece, no pasa nada.
Esos rastros nos darán una melosidad y sabor al resto de ingredientes que
pondremos.
Dejamos los muslitos en una fuente con un poco de
papel absorbente para poder retirar el aceite sobrante.
Después le llega el turno a las hortalizas. Primero
el ajo picado, yo lo eché gordito porque no me gusta comerlo pero sí su sabor.
Luego, cuando empieza a dorarse, ponemos la cebolla, el puerro y el pimiento
bien picado. Ponemos un poco de sal para que las verduras suden y se hagan
antes. Dejamos que la cebolla se claree y ese será el momento de poner el
tomate rayado. Damos unas vueltas para mezclar todo y podemos seguir con el
siguiente paso.
Vamos a poner un vaso de vino blanco y otro de agua
y dejamos que se evapore el vino, no queremos que nuestro guiso sepa a vino,
pero sí que le dé un saborcillo especial. Además le vamos a poner una cucharada
de harina bien mezclada con agua fría para engordar nuestra salsa. Dejamos
hervir todo para que se mezclen sabores y vaya engordando la salsa.
Ponemos los muslitos en la cazuela de manera que
queden casi cubiertos por las verduras y la mezcla de líquidos. Agregamos un
poco de cayena y de curry para darle un toque exótico y dejamos que se guise
unos 40 minutos a fuego medio. Cuidado con la cayena ¡que pica!
Lo iremos controlando para ver que los muslos van
haciéndose pero que no se deshacen.
Poco antes de servir, le añadimos los champiñones
que hemos hecho previamente y dejamos que los sabores se mezclen, y comprobamos
el nivel de sal.
Acompañamos con unas patatas fritas, a parte para
que queden crujientes y no se reblandezcan con los líquidos y…¡a comer!!!!
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